Hace ya un par de semanas desde el berrinche que se convirtió en la génesis de este blog y desde entonces no he dejado de darle vueltas a qué carajo hacer con él.
Hace un par de semanas dije que la idea era poder amenazar libremente a quién me diera la gana pero nada más llegar a la blogosfera literaria lo primero que me ha quedado claro es que por aquí ya está todo el mundo apuñalado... Además he caído en la cuenta de que yo no tengo ni siquiera media docena de miserables pero entrañables enemigos.
¿Algún consejo para meterme en problemas?
Un escritor de éxito que ni siquiera conozco pero que, al menos, ha sido el único que se ha dignado a contestar mis correos electrónicos escritos con recortes de periódico me ha dicho: "novato, por aquí ya está todo el pescado vendido, déjalo mientras puedas o acabarás en una cuneta cibernética con una sobredosis de ADSL en el hipotálamo."
Al parecer los tipos que hace cinco años tuvieron la suerte de estar en ese mítico lugar-adecuado-en-el-momento-oportuno se han ocupado ya de crear su propio mainstream blogosférico. Incluso han elaborado un mapa y establecido unas directrices de calidad bloguera:
Alberto Olmos fue uno de los pioneros en todo esto y hay que respetarlo y tal pero... Alberto, colega, así como lo dices casi parece más difícil abrir un blog que colarle una novela a alguna editorial despistada.
Por otra parte, al parecer Alberto Olmos es también el chico de moda del mes de octubre en el panorama literario patrio y eso le garantiza un macabro montón de enemigos en expansión geométrica... ¡Ah, Olmos, cómo te envidio!
Es entonces cuando en el navegador se abre de repente un cuadro de diálogo imposible que me desconcierta pero sólo un poco:
Kurky (gato): ¡Hosti, tú!... ¿por qué no te pones a rajar un rato del Olmos ese y así te subes también tú al carro?
Alter ego: ¿Hay algún carro? ¿Dónde?
Kurky (gato): Ya sabes, todos esos escritores tienen alarmas de Google con sus nombres así que, cada vez que los menciones, las arañas de los buscadores los atraerán como moscas a la mierda.
Alter ego: ¿Estás diciendo que lo que escribo es mierda?
Kurky (gato): ¿Tú no?
Alter ego: Hum... en fin, capto tu idea pero, ¿te importaría repetírmela otra vez?
Kurky (gato): Has de mencionar constantemente nombres de autores y títulos de libros en plan tope asertivo, como si en realidad los hubieses leído y todo. Los escritores frustrados y muertos por inanición son los únicos que leen los blogs de otros escritores frustrados y muertos por inanición. Ese ha de ser tu objetivo, tu nicho de mercado. Únicamente mencionando cuantos más nombres posibles podrás generar el tráfico suficiente para que los motores de búsqueda aumenten tu caché en blogspot y, así, poco a poco tu nombre comience a sonar en el patio de porteras de la nueva narrativa. Luego cuatro nociones básicas de escritura SEO y de ahí a la fama y al mapa de la blogosfera literaria de Olmos no hay ni medio paso.
Alter ego: Ok, puedo hacerlo, hay muchos tipos que me gustan: Douglas Coupland, Easton Ellis, Palahniuk y el Ray Loriga de los 90... Los mencionaré a todos.
Kurky (gato): ¡Oh cielos!... Eres aún más gilipollas de lo que ya sospechaba.
Alter ego: ¿Qué pasa?... ¿Qué he hecho mal esta vez?
Kurky (gato): Está bien, te haré un esquema. un mapa conceptual de esos que tanto te gustan.
- Punto nº 1: Nada de escritores junkies pasados de moda.
Alter ego: ¿Pasados de moda?... pero ni siquiera se han muerto en plan Bukowski.
Kurky (gato): Ssssh... cierra el buzón y escucha:
- Punto nº 1: Hablar de escritores junkies no genera tráfico. A esos tíos no les hace falta saber idiomas.
- Punto nº 2: ¿Ray Loriga?... por favor, pero si es un anciano y ni siquiera tiene un blog, no lo necesita. Hablar de escritores sin blog, Facebook ni Twitter no genera tráfico.
Y sobre todo:
- Punto nº 3: HABLAR BIEN DE OTROS ESCRITORES NO GENERA TRÁFICO... probablemente se toquen delante de tu post pero ni siquiera se molestarán en escribir unos cuantos comentarios anónimos y amenazadores.
Alter ego: Ok, lo pillo colega. La consigna es poner a parir a escritores españoles adictos al Twitter. Se me ocurren unas cuantas cosas acerca de Pérez Reverte... me pongo a ello.
Kurky (gato): Uf... acabas de inventar el punto nº 4:
Nada de vacas sagradas. A las vacas sagradas sólo les interesa lo que tienen en el horno y además ya disponen de sus propios y refinados métodos para joder a los novatos.
Alter ego: ¿Entonces qué?... Regresamos al punto de partida y rajamos de Olmos como todo el mundo este mes de octubre.
Kurky (gato): Por ejemplo.
Alter ego: Está bien pero el pavo tiene un montón de novelas, ¿cuál nos leemos primero?
Kurky (gato): ¿Leer?... ¿Quién en este mundillo necesita leer nada para ponerse a destripar unas cuantas barrigas?
Alter ego: Creo que he vuelto a perderme y tengo la sensación de que quieres que me acabe convirtiendo en un tertuliano de Telecinco.
Kurky (gato): ¿No querías ser bloguero literario?
Alter ego: Bueno, quizás... pero es que aún me funcionan algunos principios.
Kurky (gato): Tranki tronko, eso se cura con el tiempo, además por ahí vas diciendo que eres escritor. Asúmelo.
Alter ego: ¿El qué?
Kurky (gato): Tu trabajo.
Alter ego: ¿En qué consiste?
Kurky (gato): Prostitución emocional pura y dura, colega, como de telemagacín de sobremesa.
Como comienzo a estresarme un poco, dejo el teclado, me acerco a la cocina y abro una lata de whiskas. Delicias de pescado y gambas, nada menos, que todos mis alter egos engullen sin saborear justo antes de dar media docena de vueltas en círculos sobre la alfombra y quedarse dormidos.
Vuelvo a estar solo.
¿Por dónde íbamos?...
Ah, sí. El leiv motiv de mi vida; siempre llegando tarde a todas las fiestas, justo cuando las botellas ya están vacías y los invitados fornican alegremente por las esquinas con sus propias parejas de baile...
La blogosfera literaria.
("bienvenidos al sida felino")
¿Por dónde empezar?...
Creo que rastrearé el blogsuelo en busca de alguna colilla a la que aún se le puedan extraer un par de caladas.
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